No cabe duda de que Vilagarcía tiene uno de los edificios de la Praza de Abastos más envidiables de Galicia. La pena es que, cada vez, el número de negocios que echan el cierre son más. Un continente sin contenido poco valor añadido puede dar, de ahí que desde la administración local urja repensar el modelo y actuar de una vez por todas en el modelo a aplicar.
