El rey tuvo un hueco en las protocolarias formalidades de la celebración del Foro La Toja, que inauguró ayer, para desvelar algunas cuestiones personales como su estancia en Marín para visitar a su hija y su posterior comida en Carril donde disfrutó no solo de su “maravillosa gastronomía”, sino también de la belleza de las rías gallegas, entre las que destaca la de Arousa. Se trata, sin duda, de un guiño promocional sin igual para un sector cada vez más especializado.
