Hasta no hace mucho, la gestión de las competencias en materia turística era clara: atraer más visitantes al territorio en cuestión. Esa meta está cumplida de sobra en la comarca y provincia, solo hay que ver los datos. El reto ahora parece otro: la necesaria conciliación entre el turismo y el territorio y su población. Un turismo sostenible será de lo que se hable a partir de ahora. Y no es tarea sencilla si lo piensan. Veremos.
