La Festa do Marisco es el paradigma de la desestacionalización turística. Hasta O Grove viajan miles de personas para disfrutar de este evento gastronómico único sin importarles el tiempo que haga. El primer fin de semana de festejos se saldó con más de cincuenta mil entradas vendidas, lo que demuestra que ni la lluvia ni el viento son un impedimento si la oferta atrae.
